Se han convertido en una tecnología que forma parte de las noticias diarias; su desarrollo, innovación, aplicaciones, retos y ventajas son imparables. Ya están aquí... han llegado para quedarse entre nosotros.
Congresos, debates, ferias, exposiciones y múltiples investigaciones conformen un creciente sector de la aeronáutica que se estima que en 5 años puede llegar a convertirse en el 10% de la facturación del sector aeronáutico.
Desde fumigar campos hasta salvar vidas, incluyendo el desarrollo de Internet a nivel mundial, son algunas de las miles de aplicaciones que tienen y tendrán los conocidos como RPAS (drones). Cada día aparecen nuevas posibilidades y nuevos logros experimentados desde un equipo controlado desde tierra.
La normativa, siempre detrás del desarrollo tecnológico, va adaptando sus Leyes a una regulación que pide profesionalidad, formación aeronáutica, experiencia y capacidad de definir sus posibilidades desde un conocimiento controlado a sus usuarios y potenciales clientes. El asunto, no baladí, consiste en garantizar la protección de datos y evitar invadir la propiedad privada con facilidad sin un sistema que evite intrusismos descontrolados o una sociedad que puede conocer un alto grado de información a través de imágenes y actualización de los datos de forma exponencial.
Si hace unos años los drones eran un sueño de la aeronáutica, han pasado a convertirse en una realidad cada vez más habitual en fotografía, películas, anuncios, estudios de territorios, vigilancia de líneas aéreas y ,como no, presentes en la investigación de todas las universidades con estudios en ingeniería aeroespacial.
En Europa se comienza a establecer las normas de las bases legales del uso civil de drones, garantizando la protección de datos y las libertades de las personas. Así en Estados Unidos tienen un fuerte crecimiento y hay una importante demanda de pilotos de drones o en Japón, donde en el año 2000, el Ministerio de Agricultura promovió legislación para operar con los drones en usos agrícolas. Sin embargo, En España la normativa apenas ha comenzado en 2014 y necesita seguir evolucionando en muchas de sus aplicaciones.